¿Por qué algunos exorcismos se prolongan mucho en el tiempo?


Por el Pbro. José Antonio Fortea Cucurull

Eso ya ocurría en los tiempos de Jesús y aparece en el pasaje de Mc 9,17-18. Los apóstoles no pudieron expulsar a un demonio y le preguntaron a Jesús: ¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?

La respuesta la encontramos en la distinción entre potestad y autoridad: Convocando a los Doce, les dio poder y autoridad sobre todo género de demonios. Lc 9,1.

Los Apóstoles y sus sucesores habían recibido plena autoridad para expulsar demonios, pero no todo el poder.

Cuando los Apóstoles no pudieron expulsar a aquel demonio, la respuesta de Jesús no fue aumentarles la autoridad, que ya era plena, sino que les dijo: esta clase sólo sale con ayuno y oración.

 Es decir, la autoridad no puede ser aumentada, se tiene o no se tiene, pero el poder sí que es susceptible de ser aumentado. La santidad de la persona aumenta ese poder.

Y así en Mc 9,38 aparece que: Maestro, hemos visto a uno expulsando demonios en tu nombre y hemos tratado de impedírselo, porque no era de los que nos seguían.

Aquí vemos a una persona que no tenía ninguna autoridad, pero sí que tenía potestad sobre los demonios.

De todas maneras no todos los demonios tienen el mismo poder, pues no todos son de la misma jerarquía. Los más altos en la jerarquía, es decir aquellas naturalezas angélicas que pertenecían a los más altos coros, son más difíciles de sacar de un cuerpo. Satán y Lucifer son los más difíciles de exorcizar.

Por muy santo que sea el exorcista este tipo de exorcismos requieren su tiempo. Cada operación requiere un tiempo por su propia naturaleza (un parto, que un hueso se suelde, etc), así también cada exorcismo requiere su tiempo y no hay que impacientarse.
12:15:00 p.m.

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