Manual para Laicos Franciscanos - Lección Décima Cuarta - La Espiritualidad Franciscana “Movimiento” de Pobreza


1.- Característica de San Francisco y de su Orden

No cabe duda de que, para el común del pueblo cristiano, la pobreza es la característica de San Francisco. Por medio de la pobreza es como la gente busca identificar a los Franciscanos todavía hoy día. La pobreza es la vocación propia de la familia franciscana dentro de la Iglesia. San Francisco, conforme al estilo caballeresco de su tiempo, llamó Dama y Señora a la pobreza y dedicó su vida a servirla con el amor apasionado de un trovador.

2.- Extensión de la pobreza franciscana

El ámbito de la pobreza franciscana es muy extenso. Según San Francisco, exige vivir sin nada propio; o sea, se trata de la pobreza absoluta.

En primer lugar, es pobreza material. Esta pobreza para San Francisco, exige vestir hábitos pobres y de poco precio, no llevar calzado ni montar a caballo (porque era un privilegio de los ricos y notables de la época). Vivir del trabajo manual y, si el trabajo no bastaba para la manutención, pedir limosna de puerta en puerta. No tener nada en común, ni casas, ni iglesias, ni cosa alguna. Estaba especialmente prohibido aceptar y usar dinero, por ser en aquel tiempo, la mejor garantía de una vida segura.

La pobreza debía de ser, también, interior o espiritual; y con esto San Francisco quería que sus hijos renunciaran a la estimación y esplendor delante de los hombres. Quería que renunciaran a los cargos y oficios y a la vanagloria que pueden traer los títulos académicos.

San Francisco va todavía más adelante y exige de sus seguidores la renuncia al propio yo, o sea, el ofrecerse a sí mismos por la obediencia en manos de los superiores. En este sentido la obediencia es un elemento de la pobreza franciscana.

3.- Explicación de la pobreza franciscana.

Lo más importante de la pobreza franciscana no es su apariencia externa por rigurosa o poética que se nos presente, sino sus motivaciones o explicaciones. En sí misma, la pobreza no tiene ningún valor. Lo adquiere por su motivación. Necesitamos, pues, buscar la inspiración y la fuente de la pobreza de San Francisco. El entusiasmo de San Francisco por la pobreza exige una explicación.

Para comenzar, hay que decir que la pobreza de San Francisco no fue un movimiento contestatario como el de los herejes de su tiempo, lleno de resentimiento o de rebeldías contra la Iglesia y sus ministros. Su movimiento no tuvo nada de agresividad contra los abusos de la Iglesia o contra la situación general de la sociedad.

Al abrazar la pobreza más radical, San Francisco expresamente se propuso no juzgar ni despreciar a nadie. La pobreza de San Francisco brota de su estado interior de ánimo. De la visión que tenía de la creación y de la unión íntima con Dios a quien había llegado. La pobreza de San Francisco era una manifestación de su riqueza interior.

Veamos algunas de sus motivaciones o explicaciones:

a) San Francisco se hizo pobre porque experimentó como pocos la presencia de Dios en su vida y en el mundo. Dios es el Bien Total y Supremo, de quien procede todo bien. Frente a Él palidecen todas las criaturas. Hay que hacer un vacío en nuestro corazón para que lo llene Dios; o, dicho de otro modo, hay que irnos vaciando de todas las cosas en la medida en que Dios se apodere  de nuestro corazón.

b) San Francisco se hizo pobre porque decidió imitar lo más perfectamente la vida de nuestro Señor Jesucristo, tanto en su pobreza exterior, pues no tenía donde reclinar la cabeza (Mt 8, 20), como sobre todo, en el anonadamiento o sujeción de su voluntad a la del Padre. En ese sentido la pobreza de San francisco es participación de la pobreza de Cristo.

Según San Francisco, la pobreza de nuestro Señor Jesucristo es inseparable de la misión o encargo que recibió del Padre, de abandonar la gloria, despojándose de toda riqueza, para salvar al hombre. Se trata, pues, de una pobreza que podríamos llamar pobreza misionera.

c) Esta es, la última explicación de la pobreza de San Francisco: él, también se sintió un misionero desde el primer día de su conversión. Fue leyendo los textos evangélicos sobre la misión de los Apóstoles (Mt. 10, 1, 14) que San Francisco tomó la decisión  de hacerse absolutamente pobre: el misionero debe dejarlo todo, como Jesucristo, al bajar del cielo, para ponerse al servicio de la Palabra de Dios. Como la comunidad de los apóstoles, la comunidad de los Franciscanos debe ser una comunidad itinerante sin lugar fijo y duradero y sin propiedades colectivas o personales, viviendo de la generosidad de las personas que los reciben.

d) La pobreza franciscana, entendida en el sentido de disposición misionera, va más adelante. Exige solidarizarse con aquellos a quienes ha sido enviado. En otras palabras, exige entrar en comunión con los pobres y darles un testimonio de la palabra que se anuncia. El Franciscanismo, según esta idea que traemos de la pobreza misionera, no puede contentarse con ser pobre sino que debe mezclarse con los pobres para compartir su condición, sus inseguridades y sus riesgos.

CUESTIONARIO

1.- ¿Qué extensión le da San Francisco a la pobreza?
2.- ¿Cuáles son las dos motivaciones o explicaciones fundamentales de la pobreza de San Francisco?
3.- ¿Qué se entiende por pobreza misionera y qué exigencias impone en quien la profesa?

Tomado de:
Espiritualidad de San Francisco de Asís
Manual para Laicos Franciscanos
Padre Cornelio Moya OFM
Zapopan, Jalisco
1977
10:23:00 a.m.

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