Asís, plaza de Santa Clara |
No nos dejemos vencer por la psicología de la tumba, que poco a poco convierte a los cristianos en momias de museo. Desilusionados con la realidad, con la Iglesia o consigo mismos, viven la constante tentación de apegarse a una tristeza dulzona, sin esperanza, que se apodera del corazón como «el más preciado de los elixires del demonio». Llamados a iluminar y a comunicar vida, finalmente se dejan cautivar por cosas que sólo generan oscuridad y cansancio interior, y que apolillan el dinamismo apostólico. ¡No nos dejemos robar la alegría evangelizadora! Aprovechemos cualquier ocasión, cualquier encuentro... ¡para llevar la alegría de Cristo!
July 08, 2014 at 04:13AM
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