Hoy el reto del Amor es que vuelvas a ser niño

Aleteia
El otro día nos hicieron un truco de magia. Era impresionante, sorprendente, maravilloso... y aun así, observando mucho, me daba cuenta de las distintas formas de mirar el truco de entre todas las que lo estábamos viendo.

Unas, entre las que me encuentro, mirábamos completamente convencidas de que la magia es pura ciencia, lógica y, por tanto, sólo buscábamos descubrir dónde se encontraba el truco.


Otras tenían "cara de niños", se iban asombrando más y más, emocionándose al ver en qué iba quedando la cosa. Realmente éstas sí que disfrutaron del truco. No pensaron más allá, simplemente se dejaron sorprender.


Me doy cuenta de que esta misma reacción la tengo muchas veces con el Señor, pues, cuando le entrego una cosa o una persona para que Él actúe, y de pronto, sin saber cómo, ocurre el milagro (a Su manera, claro), ya se ocupa en seguida mi razón de buscar "lógicamente" el porqué de las cosas: "Esto a ocurrido por esto y por aquello...", así como otros dirían:"Qué casualidad...".


Pero realmente, cuando dejo que mi razón tome el mando, no disfruto, no me dejo sorprender. Sin embargo, el darme cuenta de esto me ha impulsado a volver a ser niña, a dejarme sorprender, incluso, a esperar encontrarme sorpresas y carantoñas del Señor, porque Él nos las da continuamente.


Hoy el reto del Amor es que vuelvas a ser niño. Un niño que se sorprende y que sorprende, que ama, que disfruta de las cosas menos lógicas sin buscar el porqué, un niño que simplemente se deja deslumbrar. Hoy pídele al Señor que te sorprenda con algo y, cuando ocurra, sólo cree que realmente es Él.


Disfruta, sé feliz.


VIVE DE CRISTO



El otro día nos hicieron un truco de magia. Era impresionante, sorprendente, maravilloso... y aun así, observando mucho, me daba cuenta de las distintas formas de mirar el truco de entre todas las que lo estábamos viendo.

Unas, entre las que me encuentro, mirábamos completamente convencidas de que la magia es pura ciencia, lógica y, por tanto, sólo buscábamos descubrir dónde se encontraba el truco.


Otras tenían "cara de niños", se iban asombrando más y más, emocionándose al ver en qué iba quedando la cosa. Realmente éstas sí que disfrutaron del truco. No pensaron más allá, simplemente se dejaron sorprender.


Me doy cuenta de que esta misma reacción la tengo muchas veces con el Señor, pues, cuando le entrego una cosa o una persona para que Él actúe, y de pronto, sin saber cómo, ocurre el milagro (a Su manera, claro), ya se ocupa en seguida mi razón de buscar "lógicamente" el porqué de las cosas: "Esto a ocurrido por esto y por aquello...", así como otros dirían:"Qué casualidad...".


Pero realmente, cuando dejo que mi razón tome el mando, no disfruto, no me dejo sorprender. Sin embargo, el darme cuenta de esto me ha impulsado a volver a ser niña, a dejarme sorprender, incluso, a esperar encontrarme sorpresas y carantoñas del Señor, porque Él nos las da continuamente.


Hoy el reto del Amor es que vuelvas a ser niño. Un niño que se sorprende y que sorprende, que ama, que disfruta de las cosas menos lógicas sin buscar el porqué, un niño que simplemente se deja deslumbrar. Hoy pídele al Señor que te sorprenda con algo y, cuando ocurra, sólo cree que realmente es Él.


Disfruta, sé feliz.


VIVE DE CRISTO



5:50:00 a.m.

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