La UE celebrará una cumbre para tratar la crisis migratoria y de refugiados

La reunión del próximo 14 de septiembre se centrará en la cooperación con terceros países y en las medidas para evitar el tráfico de migrantes

Madrid, 31 de agosto de 2015 (ZENIT.org) Staff Reporter | 96 hits

La Unión Europea (UE) ha convocado este lunes a una reunión de ministros del Interior --que tendrá lugar el próximo 14 de septiembre-- para intentar dar una respuesta a la actual crisis migratoria y de refugiados. La convocatoria llega horas después de que los ministros del Interior de Alemania, Francia y Reino Unido exigieran a la presidencia de turno luxemburguesa la celebración de un encuentro de emergencia en las próximas dos semanas para abordar la cuestión.

Durante la reunión del día 14, la Agencia de Control de Fronteras Exteriores (Frontex) de la UE y la Oficina Europea de Apoyo al Asilo (EASO) informarán a los ministros comunitarios de los flujos migratorios y a continuación los titulares de Interior y Justicia se centrarán en analizar “la programación del trabajo futuro, en particular la política de devoluciones, la cooperación internacional y las medidas para prevenir el tráfico de migrantes”.

Poco antes de conocerse el anuncio de la presidencia luxemburguesa de la UE, el papa Francisco había pedido a los países europeos que cooperen entre ellos para evitar “los crímenes de estas masacres que ofenden a la humanidad”.

Tras el tradicional rezo del Ángelus dominical, el Pontífice recordó la situación de “los numerosos migrantes que han perdido la vida en sus terribles viajes” desde África y Oriente Medio hasta Europa y destacó especialmente a “las 71 víctimas, entre ellas cuatro niños, encontradas en un camión en la autopista entre Budapest y Viena” la semana pasada.

La crisis de refugiados alcanzó cifras inéditas en Europa este año. Según la ONU, más de 300 mil personas, la mayoría familias que escapan de guerras, violencia sectaria y religiosa y represión estatal en África y Oriente Medio, llegaron en los primeros ocho meses de 2015 a las costas de Grecia e Italia, tras una peligrosa travesía por el mar Mediterráneo.

Pese a estar viajando en condiciones dramáticas durante meses, una vez que llegan al sur europeo comienzan otro agotador y doloroso viaje hasta los países del norte del continente, como Alemania, Reino Unido y algunas naciones nórdicas, en donde existen más posibilidades laborales para construir un nuevo futuro.

Así, unos diez mil inmigrantes cruzaron en esta última semana la frontera entre Hungría y Serbia, en la que hay desplegados un millar de agentes de policía de fronteras y se prevé que otros dos mil acudan el próximo lunes, según ha comunicado el Gobierno magiar.

La próxima semana el país debatirá establecer penas de cárcel de uno a tres años, que podrían extenderse a cinco, por cruzar la frontera de forma ilegal. A su vez, planea utilizar pelotas de goma y gases lacrimógenos en determinados casos.

El proyecto de ley también contempla que la policía podrá entrar en domicilios para buscar inmigrantes ilegales sin el permiso de los propietarios y sin una autorización judicial.

Todo esto ocurre un día después de que Hungría anunciase que ha completado la instalación de una valla con púas metálicas para impedir la entrada de miles de inmigrantes que acuden a su frontera con Serbia diariamente.

Por su parte, Francia y Reino Unido firmaron el pasado día 20 un acuerdo para hacer frente a la crisis migratoria en Calais, que incluye la creación de un centro de mando y control destinado a “actuar frente a las bandas criminales que intentan traficar con personas en el norte de Francia y a través del canal de la Mancha”.

En las inmediaciones del túnel de Calais están acampadas alrededor de cinco mil personas, procedentes en su mayoría de países como Siria, Eritrea, Somalia y Afganistán, a la espera de intentar cruzar al Reino Unido a través del canal de la Mancha.

La inmigración también está siendo intensa a través de Macedonia, desde donde unas 44 mil personas han accedido a la UE en los últimos dos meses. La mayoría son sirios que huyen de la guerra. Declarado el estado de emergencia, la situación ha obligado a las autoridades de este país a abrir la frontera.

Además, en los tres días del fin de semana anterior fueron rescatados casi cinco mil inmigrantes en el Canal de Sicilia en la que fue una de las mayores operaciones de rescate de los últimos meses. Las autoridades habían recibido llamadas de auxilio de 22 embarcaciones diferentes en el Mediterráneo.

En lo que va de año son más de 110 mil los inmigrantes llegados a Italia por el Mediterráneo. De estos, 89 mil aún están en instalaciones de acogida.