Queda en manos del presidente, así se puede definir el resultado del voto histórico en el Senado de los Estados Unidos en donde por primera vez se aprobó una medida para rechazar la mayor parte de la reforma de salud, conocida como Obamacare. El pasado 3 de diciembre, la mayoría republicana aprobó la resolución en una votación de 52-47.
“Los ciudadanos americanos han vivido cada día las consecuencias de esta ley y sus falsas promesas” dijo Mitch McConnell, el líder de la mayoría en el Senado.
Con esta votación queda en manos del presidente Barack Obama rechazar la resolución; Obama ha reiterado que utilizará su poder ejecutivo de veto.
Junto con esta votación también los fondos federales a Planned Parenthood, el gigante del aborto en el país, son retirados por un año y destinados a centros de salud en la nación, que a diferencia de Planned Parenthood sí ofrecen servicios como mamografías para las mujeres.
Después de meses de lucha intensa, se ha logrado retirar la innecesaria ayuda financiera para una organización que no tiene la salud de la mujer como prioridad. Al contrario, en reiteradas ocasiones Planned Parenthood ha demostrado que prioriza las ganancias sobre la salud. Hoy día le han dado ahí en donde más le duele, el bolsillo.
Tenemos un presidente que apoya firmemente Planned Parenthood y lo que hace, eso lo entendemos. Pero queremos que este problema desaparezca.
Queremos seguir siendo capaces de levantar la voz una y otra vez y decir: “¿Es esto lo que los estadounidenses realmente creen?”, así se expresó James Lankford (R-OK) en cuanto a la importancia de la votación para retirar los fondos al gigante del aborto.
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