FALLO HISTÓRICO DE LA
CORTE DE CASACIÓN DE FRANCIA, ESTADO CIVIL E IDENTIDAD DE LAS PERSONAS.
Por Carlos Alvarez
Cozzi
La Corte de Casación, máximo tribunal francés, ha negado asignar a un
ciudadano el género “neutro”. Aceptarlo “tendría repercusiones
profundas sobre las normas del derecho francés”, según los magistrados. (http://www.forumlibertas.com/francia-niega-ciudadano-65-anos-asignarle-genero-neutro/)
EL CASO. Las tres instancias del mismo. El demandante, un
psicoterapeuta de 65 años, había presentado la solicitud en 2015 ante el
juzgado de Tours, que le había dado la razón en su demanda de ser reconocido
como de sexo neutro. Sin embargo, el Tribunal de Apelación de Orleans revocó la
decisión considerando que este
reconocimiento “al amparo de una sola rectificación de un estado civil”
implicaría “la existencia de otra categoría sexual”.
El caso llegó a la Corte de Casación,
máximo órgano judicial de Francia, que determinó que la distinción entre varón
y mujer es “necesaria para la organización social y jurídica, de la cual es una
piedra angular”, y que el reconocimiento de un género neutro tendría “profundas
repercusiones en las reglas del derecho francés” que requieren cambios
legislativos, según informó AFP.
Consigna el fallo que el demandante fue asignado al sexo masculino al nacer
a pesar de tener genitales intersexuales. Gaetan Schmitt,
seudónimo utilizado para guardar la intimidad del demandante, está casado con
una mujer y tiene un hijo adoptivo, pero afirma que no es ni hombre ni
mujer.
El abogado de Schmitt, Bertrand Périer, calificó el fallo de la Corte como
una “oportunidad perdida”, en una entrevista con The New York Times. “No veo
por qué la organización social o jurídica de Francia necesitaría un binarismo
de género”. Périer dijo que Schmitt fue criado como un niño porque su madre
quería un hijo. “Gaetan no es ni un hombre ni una mujer, no se siente hombre o
mujer, no puede convertirse en hombre o mujer, y no quiere convertirse en
hombre o mujer”, dijo Périer, refiriéndose a Schmitt con un plural pronombre.
Vea el lector que situación peculiar
para el Derecho Civil, en lo que atañe a la identidad de la persona y al estado
civil de la misma, en lo atinente al Derecho de Familia. Se trata de una
persona que alega ser de sexo neutro, es decir, ni masculino ni femenino.
Tampoco se trata de un bisexual ni de un intersexual o transexual.
Hay toda una corriente, sobre todo en
Europa, que incluye lo semántico y que pretende la utilización de vocablos
neutros, es decir asexuados, así como distintas iniciativas hasta legales de no
mencionar en las normas los conceptos de padre y madre sino progenitor A y
progenitor B, y hasta de eliminar las fechas alusivas al día del padre y de la
madre! A que límite hemos llegado!!!
Que pretendía en este casos el
demandante? Que se le reconociera por parte del Estado y del Derecho franceses su
calidad de persona de sexo neutro, lo cual lógicamente supondría, como expresa
el fallo de la Corte de Casación, trastocar el estado civil, que es de orden
público, y también la identidad de la persona. Naturalmente con repercusiones
también en el Derecho de la Filiación y Sucesorio.
No podrá decirse que Francia es un país precisamente
conservador y véase con que acierto se deniega la solicitud atendiendo a
razones y fundamentos muy sólidos, basados en principios no modificables del
Derecho francés, por lo menos con su actual estructura.
En la sentencia se expresa claramente
que “para el Derecho francés la distinción entre los sexos masculino y femenino
es necesaria para la organización social y jurídica, de la cual es una piedra
angular”. Y que de ampararse la demanda, reconociendo un sexo neutro, ello
tendría profundas repercusiones en las reglas del Derecho francés”.
Celebramos tan clara sentencia, que sin dudas generará
jurisprudencia que deberán observar los tribunales inferiores de la República
Francesa en estos temas.
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