ROMA, 19 Jun. 17 (ACI).- El padre de una niña que fue secuestrada hace tres años por el Estado Islámico (ISIS), reveló que rezó el rosario todos los días para que su hija regresara. Sus plegarias fueron respondidas el pasado 9 de junio cuando la pequeña pudo, por fin, reencontrarse con su familia.
En 2014, la familia de Cristina fue forzada por el ISIS a dejar su casa en Qaraqosh (Irak). Los yihadistas les ordenaron subir a un bus con el pretexto de que les harían un reconocimiento médico. Dentro del vehículo un terrorista arrebató de los brazos de su madre Aida a la niña que en ese entonces tenía tres años.
En declaraciones a la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), el P. Ignatius Offy, un sacerdote siro-católico también originario de Qaraqosh y que es amigo de la familia, dijo que el padre de Cristina, Khouder Ezzo, le contó que tras la triste separación no dejaron de preguntar por ella a los conocidos que permanecieron en la región.
En la última llamada que recibieron de un pariente antes de que se cortaran las comunicaciones, supieron que la habían visto con uno de los soldados del ISIS cerca de una mezquita y que ella estaba bien.
Cinco meses después del secuestro, un conocido informó a Khouder que Cristina vivía con una familia musulmana que se la había llevado de una mezquita de la ciudad de Mosul, en el norte de Irak, y que la trataban “como si fuera su propia hija”.
El P. Offy aseguró a ACN que esa familia quería que Cristina regresara con sus parientes, pero como temían por su seguridad decidieron quedarse con ella y protegerla.
El sacerdote contó que, por su parte, la familia de Cristina se instaló en un campo de refugiados en Ankawa, ubicado en Erbil, en el kurdistán iraquí, al igual que muchos cristianos que huyeron de sus ciudades huyendo del ISIS.
El P. Offy narró que Khouder Ezzo “rezaba el Rosario cada día por su regreso, y en la caravana en la que viven en su involuntario exilio tenía imágenes de santos junto a la foto de Cristina pegadas a las paredes. Muchos creyentes se unieron a la familia en la oración por el regreso de esta niña y de todas las demás personas desaparecidas”.
“Durante dos años, a la familia de Cristina le llegaban fragmentos de informaciones sobre la niña, pero no pudieron ponerse en contacto directo con ella. Gracias a muchas agencias de noticias extranjeras y árabes, y cadenas por satélite que se reunieron con la familia de Cristina y que escribieron sobre su secuestro, su historia fue ampliamente difundida”, describió el P. Offy.
El presbítero dijo que cuando comenzó la ofensiva del ejército iraquí a fines del 2016 para recuperar Mosul del control de los terroristas, la familia musulmana que acogió a Cristina se trasladó a un lugar más seguro. Entonces se contactaron con un amigo cristiano de Qaraqosh que conocía a la niña para conseguir el número de alguno de sus parientes.
Obtuvieron el número del hermano mayor de Cristina y se comunicaron con él la noche del jueves 8 de junio de 2017 para pedirle que recogieran a su hermana en un barrio de Mosul. Al día siguiente la familia de Cristina fue al punto de encuentro y la llevaron a Ankawa, donde fue recibida con cantos y festejos.
El sacerdote iraquí dijo a ACN que Cristina, que ahora tiene seis años “todavía está en estado de shock y tiene miedo, pues ya se había olvidado de su padre, su madre, su hermano y sus hermanas”.
La niña también ha olvidado su lengua materna, el arameo que hablan los cristianos en Irak, y sólo puede comunicarse en árabe. El P. Offy comentó que ella ya conversa un poco con su familia y los visitantes.
“¡Lo que ha ocurrido con Cristina y su familia y con nosotros es un milagro divino! En mi humilde opinión, este es el cuarto nacimiento de Cristina: el primero, cuando la alumbró su madre; el segundo, su bautizo; el tercero, cuando una familia musulmana la adoptó y la cuidó durante el periodo que estuvo perdida; y, finalmente, el cuarto, cuando su familia y su comunidad cristiana la recuperaron”, expresó el sacerdote.
“Ahora Cristina ha recibido una nueva vida. Damos gracias a Dios por Su actuar, con ella, con su familia y con todos nosotros”, prosiguió.
Por otro lado, el P. Offy indicó que la casa de la familia de Cristina en Qaraqosh fue destruída por el Estado Islámico y que el hermano mayor le dijo “sinceramente, no tenemos ningún futuro en Irak. Hace seis meses solicitamos un visado para emigrar a Francia, pero todavía no hemos obtenido respuesta. Esta caravana es pequeña y la vida es dura”.
El P. Offy pidió oraciones por todos los niños, jóvenes y adultos que, así como Cristina, fueron secuestrados por el ISIS y que aún se encuentran desaparecidos.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 10 de junio de 2017
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