Se duplican en un año los delitos sexuales cometidos por inmigrantes

(Actuall/InfoCatólica) Denuncian que la desatención de los agentes ha acrecentado la percepción de que las autoridades alemanas no se están tomando en serio la oleada de violaciones sexuales que se están cometiendo desde que la canciller Angela Merkel abriera las puertas a los inmigrantes.

Dos policías alemanes han sido apartados de sus puestos después de no haber atendido a una mujer violada por un inmigrante en Bonn. Sin embargo, este no ha sido el único caso de agresión sexual.

El incidente se produjo poco después de la medianoche del 2 de abril, cuando una mujer de 23 años fue violada en un campamento de la reserva natural de Siegaue. Cuando el novio de la chica, de 26 años, presa del pánico, llamó al número de emergencias para pedir ayuda, una agente cogió el teléfono.

El hombre dijo: «A mi novia la está violando un hombre negro. Lleva un machete». La policía respondió: «¿Estás de coña?» (“Sie wollen mich nicht verarschen, oder?“). El hombre respondió: «No, no». La policía dijo: «Hum». Tras unos momentos de silencio, le aseguró que enviaría un coche de la policía a investigar. Después la policía dijo: «Gracias, adiós», y colgó abruptamente el teléfono.

Unos minutos después, el novio volvió a llamar al número de emergencias de la policía y otro agente cogió el teléfono. El hombre dijo: «Hola, acabo de hablar con su compañera». El agente replicó: «¿De qué se trata?» El hombre: «Se trata de que están violando a mi novia». El agente: «Esto es en Siegaue, ¿verdad?». El hombre: «Exacto». El agente le dijo entonces al hombre que llamara a la policía en Siegburg, una localidad al norte de Bonn. «Ellos pueden coordinar esto mejor», dijo el agente antes de colgar.

La policía llegó finalmente al lugar de los hechos unos veinte minutos tarde. Frank Piontek, portavoz de la comisaría de la policía de Bonn, defendió al principio la conducta de la policía: «Aunque la policía hubiese manejado esto de otra forma, no se podría haber hecho nada para detener la violación». Frente a la corriente de indignación pública, sin embargo, la policía de Bonn anunció el 31 de mayo —dos meses después de la violación— que los dos agentes implicados en el caso no podrían «nunca jamás» volver a trabajar en el centro de control de emergencias de la policía.

Mientras, seis días después de la violación, la policía arrestó a un sospechoso, un migrante de Ghana de 31 años llamado Eric Kwame Andam X., a partir de pruebas de ADN. Eric X. era bien conocido por la policía alemana: había sido detenido cinco veces por distintos delitos, pero nunca fue acusado y lo dejaron siempre libre. Luego se supo que había huido de Ghana en 2016, después de asesinar a su cuñado.

Refugiados en Hungría

Tras abandonar Ghana, Eric X., cuyo padre era uno de los principales productores de cacao del país, viajó a Libia. Desde allí cruzó el mar Mediterráneo hasta llegar a Italia, donde solicitó el asilo y pasó nueve meses en un centro para refugiados.

A principios de 2017, Eric X. cogió un tren en Roma; llegó a Alemania el 10 de febrero de 2017 y allí solicitó asilo. Un mes después, las autoridades alemanas rechazaron su solicitud. Eric X. debería haber sido deportado el 17 de marzo —dos semanas antes de la violación en Bonn—, pero un abogado de inmigración presentó una petición en su nombre para apelar la resolución del asilo, aunque las leyes de la UE estipulan claramente que Eric X. sólo podía pedir asilo en un único país de la UE, en su caso, Italia. Los jueces de allí no pudieron fallar sobre la apelación en su plazo, por la sobrecarga de casos similares.

El caso de Eric X. y su víctima de violación de 23 años ha revelado, una vez más, el fracaso sistémico de las autoridades alemanas para mantener la ley y el orden y la seguridad de la población: no aseguran las fronteras, no se veta la entrada de inmigrantes, no se procesa y encarcela a criminales, no se deporta a solicitantes de asilo rechazados y la policía no se toma en serio la crisis de violaciones cometidas por migrantes en que está sumida Alemania.

Más de 3.000 delitos sexuales

Un informe anual —Kriminalität im Kontext von Zuwanderung—, publicado por la Oficina Federal de Investigación Criminal (Bundeskriminalamt, BKA) el 27 de abril reveló un aumento de casi el 500% en los delitos sexuales (definidos como agresiones sexuales, violaciones y abuso sexual de menores) cometidos por migrantes durante los últimos cuatro años.

El informe revelaba que los migrantes (Zuwanderer, definidos como solicitantes de asilo, refugiados e inmigrantes ilegales) cometieron 3.404 delitos sexuales en 2016, alrededor de nueve al día. Esto era un aumento del 102% frente a 2015, cuando los migrantes cometieron 1.683 delitos sexuales, alrededor de cinco al día. En comparación, los migrantes cometieron 949 delitos sexuales en 2014, aproximadamente tres al día, y 599 delitos sexuales en 2013, cerca de dos al día.

Origen de los agresores sexuales

Según el informe, los principales agresores en 2016 eran de: Siria (un 318,7% más respecto a 2015), Afganistán (+259,3%), Irak (+222,7%), Pakistán (+70,3%), Irán (+329,7%), Argelia (+100%) y Marruecos (+115,7%).

Sistema legal aleman, benevolente con los agresores

El problema en Alemania de los delitos cometidos por migrantes lo está exacerbado su benevolente sistema legal, en el que los agresores reciben sentencias relativamente blandas, incluso por delitos graves. En muchos casos, los individuos arrestados por delitos sexuales son puestos en libertad tras ser interrogados por la policía. Esta práctica permite a los sospechosos de delitos seguir perpetrándolos con la práctica inmunidad.

En Hamburgo, por ejemplo, un solicitante de asilo de 29 años y origen afgano agredió sexualmente a una joven de 15 años cuando ésta dormía en una habitación de un hospital de la zona. El afgano había sido admitido en la sala de urgencias del hospital por su avanzado estado de intoxicación etílica. El afgano, al que nadie atendía, acabó metiéndose en la habitación de una mujer de 29 años que logró que la dejara en paz. Después entró en la habitación de la chica de 15 años y realizó actos sexuales sobre ella. Fue detenido y puesto en libertad. La policía dijo que no había suficiente base para presentar cargos.

También en Hamburgo, un tribunal dictaminó el 8 de junio que Alí D., un migrante iraquí de 29 años que violó a una chica de 13 en la estación de metro de Jungfernstieg, no podía ser culpable de la acusación de abuso sexual de menores (Sexueller Missbrauch von Kindern) porque no podía saber que la chica tenía menos de 14 años. Descartada la acusación de abuso sexual de una menor, Alí D. se enfrenta a una sola acusación por violación que, en este caso, conlleva una sentencia máxima de cuatro años de cárcel.

El tribunal fue indulgente porque Alí D. —que huyó a Hungría tras la agresión y fue extraditado a Alemania el 2 de marzo— confesó la violación de la chica. El tribunal dijo también que Alí D. tenía la «responsabilidad disminuida» (verminderte Schuldfähigkeit) porque estaba borracho cuando violó a su víctima.

El mismo tribunal había impuesto anteriormente condenas suspendidas a un grupo de adolescentes serbios que habían violado colectivamente a una chica de 14 años y la dejaron abandonada, creyéndola muerta, a varios grados bajo cero. En su momento, el juez dijo que, aunque «las penas podrían parecer suaves al público», los adolescentes habían confesado todos, parecían arrepentidos y ya no representaban un peligro para la sociedad.

La sentencia, que efectivamente permitía a los violadores salir en libertad, provocó un raro arrebato de indignación pública por el problema de los delitos sexuales a manos de migrantes en Alemania. Una petición en internet que pide que los adolescentes pasaran una temporada en la cárcel ha recabado más de 100.000 firmas, y los fiscales dijeron que apelarían el veredicto. El tribunal, sin embargo, todavía no ha accedido a volver a juzgar el caso.

En Berlín, un tribunal absolvió a un turco de 23 años del delito de violación porque su víctima no pudo demostrar que fue sin su consentimiento. El tribunal escuchó el testimonio de cómo el hombre empujó la cabeza de la víctima entre las barras del cabecero de una cama y la violó repetidas veces durante un lapso de más de cuatro horas. La mujer gritaba para que parase, y se resistía arañando al acusado en la espalda, pero en un determinado momento dejó de resistirse. El tribunal preguntó: «¿Es posible que el acusado pensase que usted estaba de acuerdo?» El tribunal dijo que no podía determinar si, desde la perspectiva de la cultura turca, lo que ella pensaba que era una violación podría haber sido simplemente sexo salvaje.

En la vecina Austria, el Tribunal Supremo redujo la sentencia de Amir A., migrante de 21 años iraquí, de siete años a cuatro por violar a un chico de diez años en una piscina pública en Viena. Durante su juicio inicial, Amir A. confesó haber violado al niño. Dijo que fue una «urgencia sexual» porque no había tenido relaciones en cuatro meses. Su abogado defensor convenció al Tribunal Supremo de que la sentencia de siete años era «draconiana» y «excesiva». Contando el tiempo que ya ha cumplido, Amir A. saldrá pronto en libertad.

Entretanto, si las encuestas de opinión dan alguna indicación, no parece que la canciller Merkel deba temer un precio político por su papel en la crisis migratoria. De hecho, es tan popular ahora como lo era antes de que estallara la crisis en agosto de 2015.

El 64% de los alemanes satisfechos con Merkel

Una encuesta de ARD-Deutschlandtrend publicada el 8 de junio reveló que el 64% de los alemanes están «satisfechos» o «muy satisfechos» con Merkel. Si la canciller alemana fuese elegida directamente, el 53% (un 4% más respecto al mes anterior) elegiría a Merkel, mientras que un 29% optaría por su oponente socialdemócrata, Martin Schulz (un 7% menos respecto al mes anterior).

En septiembre de 2016, la encuesta de ARD-Deutschlandtrend reveló que el ratio de popularidad de Merkel se hundió hasta el 45%, el porcentaje más bajo en cinco años, y un descenso del 67% respecto al año anterior. En ese momento, más de la mitad (51%) de los encuestados dijo que «no sería bueno» que Merkel se presentara a otra legislatura en 2017.

Las encuestas parecen presentar dos factores a favor de Merkel: la falta de un rival suficientemente fuerte para desafiarla, y que los votantes podrían pensar que ella es la candidata menos mala para dirigir el país.

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10:37:00 a.m.

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