Al regreso de la procesión, los responsables de este templo se dieron cuenta de que la figura, de unos 10 centímetros de largo que pertenecía a una talla de San Antonio de Padua. Se trata de una figura del siglo XVIII.
El robo está siendo investigado por la Guardia Civil, que repasa las cámaras de seguridad con las que contaba la parroquia. Aunque los responsables de la parroquia aseguran que si aparece la talla retirarán la denuncia.
En declaraciones al diario ABC, el párroco, Manuel Jesús Moreno, ha manifestado que “Dios nos ha enseñado que hay que perdonar y si alguien ha tenido la tentación de llevarse la imagen por cualquier motivo, pero la devuelve, estaremos en paz”.
Fue una feligresa la que observó que faltaba la talla. Sobre la una y media de la madrugada del lunes, y antes de marcharse de la parroquia, acudió a rezar a San Antonio. Se dio cuenta de que la talla del niño no estaba donde debía, sobre el brazo derecho del santo y apoyado en su hombro.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 8 de agosto de 2017
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