RÍO DE JANEIRO, 24 Ago. 18 (ACI Prensa).- A través de la Comisión Episcopal Especial para el Enfrentamiento de Tráfico, la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) rechazó la violencia contra los inmigrantes venezolanos en el estado de Roraima.
Debido a la grave crisis en su país, millones de venezolanos buscan cruzar a diario la frontera con Brasil, especialmente a través de Roraima, que es la puerta de entrada la ciudad de Pacaraima.
El pasado 18 de agosto un grupo de personas en Pacaraima atacó los campamentos de los inmigrantes venezolanos. Los ciudadanos también hicieron una barricada de llantas con fuego en la BR-174, bloqueando así la carretera durante cinco horas.
En un comunicado titulado “Nota de Solidaridad” y difundido el 23 de agosto, la CNBB indicó “que los últimos acontecimientos ocurridos en Pacaraima, con actos de extrema violencia que golpearon a los inmigrantes venezolanos que huyen del hambre y de la absoluta falta de condiciones de vida en su país, violan profundamente la dignidad humana”.
Además, “degradan la sociedad y nos avergüenzan a todos nosotros, provocan y acentúan nuestra decadencia como sociedad humana y fraterna”.
En ese sentido, pidió a las autoridades hacer responsables a los culpables.
Los obispos también manifestaron su solidaridad a los inmigrantes y refugiados venezolanos, y presentaron una serie de propuestas para ser acogidas en la Iglesia, en las organizaciones públicas y la sociedad civil.
Una de ellas es “divulgar una campaña de la CNBB para que los miembros de la Iglesia participen de algún modo en los esfuerzos de acogida –ya sea con donaciones, hospedaje, voluntariado– y otras formas creativas para agilizar la interiorización y mejorar las condiciones de vida e integración de esta población en los estados brasileños”.
Otra es “concientizar a la sociedad sobre la importancia y la necesidad urgente de enfrentar y evitar nuevos acontecimientos como los ocurridos en Pacaraima, invitando a vivir el ‘acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes y refugiados’, cumpliendo el llamado del Papa Francisco en el Mensaje para el Día Mundial del Migrante y del Refugiado de este 2018”.
A las instituciones y a la sociedad civil, la CNBB propone, a través de la Comisión Episcopal Especial para el Enfrentamiento de Tráfico, “intensificar los esfuerzos conjuntos y actuar como un Comité de Crisis, involucrando también a la ACNUR, la OIM, el UNFPA, a los representantes del Gobierno Federal y a organizaciones de la sociedad civil”.
También sugirió “ampliar las modalidades y oportunidades de desplazamiento de los inmigrantes que deseen ir a otros estados” e “involucrar en los estados a las Fuerzas Armadas, Defensa Civil, Secretarías de Asistencia Social y otros órganos públicos para viabilizar la atención, la garantía de acceso rápido a las políticas públicas y derechos sociales así como la forma de garantizar la continuidad de esta actuación”.
“Sin duda alguna los esfuerzos necesitan ser intensificados y mejor calificados para que esa respuesta humanitaria al flujo migratorio actual de venezolanos y venezolanas, pueda ser de hecho una expresión de hospitalidad y de fraternidad del pueblo brasileño y una acción coordinada y articulada con mayor eficacia, marcada sobre todo por la acogida e inserción de los refugiados y migrantes”, concluyó la misiva.
Traducido y adaptado por María Ximena Rondón. Publicado originalmente en ACI Digital.
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