La concordia ahora debe ser posible


José Ramón Talero Islán

Hace unos meses oía por boca de un gran líder religioso, en referencia a los políticos: “La política es una altísima vocación, es una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común. […] La inequidad es la raíz de los males sociales. […] El dinero debe servir y no gobernar”.


En estos días, con el fallecimiento del primer presidente de nuestra democracia, D. Adolfo Suárez González, muchos españoles no han sido capaces de valorar en vida la labor de este hombre, que fue un servidor de todos los españoles y de todas las ideologías. Hizo, por primera vez en nuestra reciente historia, que nos entendiéramos y cediéramos para buscar todos juntos una convivencia en común.


Este hombre que consensuó y unió a España, creando un Proyecto de ley sobre la reforma política, insistió siempre que había que cambiar sin violencia. En su gobierno se hizo la Constitución de 1978; se llegó a un acuerdo social, “Los Pactos de la Moncloa”; se creó una reforma Fiscal, donde pagaban los que más tenían. Representó el espíritu constitucional que culminó en el Estado de las Autonomías, expresando que las autonomías no habían de enfrentarse nunca al Estado. En resumen, los problemas de unos cuantos los transformó en el porvenir de todos. Siempre tuvo claro que “el futuro no está escrito porque el pueblo tiene la última palabra”.


Este hombre con fuerza liberal y progresista hizo que hubiera en la Transición un verdadero cambio y un progreso conjunto.


¿Qué es lo que nos está ocurriendo ahora? ¿Es que no somos capaces de rectificar y volver al sentido común, buscando el bien para todos los españoles?


Llevamos bastante tiempo que nuestra democracia se ha oligarquizado, se ha tolerado la corrupción, el enchufismo, la mala gestión, etc… y no se han pedido responsabilidades de forma drástica, porque la justicia, en muchos casos bastante politizada, no ha caído de forma implacable sobre estos grupos de poder.


La tibieza y el conformismo de nuestra sociedad, anestesiada por unos medios de comunicación carentes, en gran medida, de transmisión de cultura política, histórica, filosófica etc… y atiborrando de basura y propaganda nefasta a esas mentes que en un futuro próximo serán los que dirigirán nuestros países. Una mal entendida sociedad del bienestar, donde el poco esfuerzo, el todo vale, el no dar valor a las cosas y sobre todo la gran cantidad de insolentes, que nos han engañado haciendo uso de nuestro voto, ha originado el gran sufrimiento de millones de personas.


El modelo del sistema financiero ha hecho que las clases medias desaparezcan en gran medida. Los que eran ricos son aún más ricos y ha crecido de forma brutal las familias pobres. No se ha protegido la pequeña y mediana empresa, que daba de comer a miles y miles de familias, pero si se ha estimulado y beneficiado en demasía a las multinacionales y empresas descomunales, que han hecho que el trabajador pierda seguridad y consiga esos fabulosos contratos basura.


El cambio del sistema social debe dar energías, el sufrimiento de muchos ciudadanos en estos momentos nos dará mucha fuerza y esta fuerza nos hará crecer. La democracia debe mantenerse lo más pura y clara posible, todas las instituciones deben estar fiscalizadas y al servicio del pueblo, la justicia debe ser independiente, los aforamientos y privilegios deben excluirse, todos somos iguales ante la ley. Pero para que todo esto se haga realidad, hay que educar a nuestros ciudadanos, sobre todo a los jóvenes, para que participen más de la vida política y no se dejen manipular por poderes despóticos. Una sociedad que estimule y recompense la excelencia y el esfuerzo, que rechace lo mediocre, lo fraudulento y lo corrupto. Una sociedad donde el nivel cultural haga que los ciudadanos se sientan realmente libres y tengan conciencia de respeto a la ley.


¿Por qué en estos momentos de crisis, de desánimo social, de fragmentación, de corrupción, no hay un cambio sustancial en el sistema, propiciado por las fuerzas más significativas, para que haya un consenso en lo básico e importante, y de esta forma avanzar unidos?


Por favor, señores políticos, intelectuales, pueblo en general; lleguemos a acuerdos sociales, reformas fiscales coherentes, respetémonos todos con nuestras singularidades y nuestras experiencias comunes. De esta forma la concordia será posible y avanzaremos.



12:50:00 a.m.

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