D. y J. Briceño
Ha venido el Señor, a traernos la paz.
Ha venido el Señor, y en nosotros está.
1. Te alabamos, Señor, por tu inmensa bondad.
Te alabamos, Señor, por tu cuerpo hecho pan.
2. Tú eres solo mi Dios, mi Señor mi heredad.
Tú eres solo mi Dios, mi confianza en ti está.
3. ¿Qué podré yo temer, si tú moras en mí?
¿Qué podré yo temer, si yo estoy todo en ti?
4. Siempre cerca de ti, juntos en el altar,
Siempre cerca de Ti, en la patria eternal.
5. Somos hermanos, sí, con su vida y su amor.
Somos hermanos, sí, somos un corazón.
6. Ayudarnos sin fin, fue tu ejemplo, Señor.
Como hermanos vivir, tu postrera lección.
7. Caridad fraternal, la consigna será,
Que nos haga vivir, en amor y amistad.
8. Este pan es manjar, que da fuerza sin par.
Asegura el vivir, en la Patria eternal.
9. Nuestras almas, Señor, ya de ti vivirán.
Y por siempre jamás, no te abandonarán.
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