Abren causa de beatificación de misionero español que salvó a siete niños de ahogarse



MADRID, 12 Oct. 18 (ACI Prensa).- Este 12 de octubre, Fiesta de Nuestra Señora del Pilar, se abrió en Córdoba (España) la causa de beatificación de Pedro Manuel Salado, un misionero que murió por salvar a siete niños de ahogarse.

La ceremonia fue presidida por el Obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández González en la catedral diocesana. Previamente el Prelado celebró una Misa de acción de gracias.

Mons. Fernández destacó en su homilía el “ofrecimiento de la vida por amor” de Salado, quien era un miembro consagrado del Hogar de Nazaret, fundado en 1978 por María del Prado Almagro.

El Prelado afirmó que ese lugar es como “un grano de mostaza que va creciendo y se va expandiendo y teniendo cada vez más ramas donde cobijar más niños y niñas que no tienen hogar”.

En ese sentido, Mons. Fernández indicó que Pedro Manuel Salado es un “fruto temprano” del Hogar de Nazaret y que “ha acompañado a muchos niños y niñas, los ha querido con todo su corazón”.

“Nacido en Chiclana (en 1968), con su guitarra atendía a los grupos parroquiales. Conoció al Hogar de Nazaret en uno de los campamentos de Chiclana y Dios le movió a entregar su vida por esos niños”, narró el Prelado.

Pedro Manuel Salado se consagró en 1990 y residió en el Hogar de Nazaret de Córdoba, conocido como “la casa madre”, hasta 1998 cuando fue enviado a Quinindé (Ecuador).

“Allí llevaba unos cuantos años atendiendo a aquellos niños, que le llamaban ‘Papi Pedro’, porque para ellos era todo. No solo tocaba la guitarra, lo cual hacía alegrar el corazón de estos niños y niñas, sino que era el chico para todo: Si había que hacer algo, Papi Pedro. Pedro estaba en esa actitud de servicio permanente”, destacó Mons. Fernández.

“Como consumación de esta entrega de la vida cotidiana, –no hechos especiales ni actos ni cosas sonoras, sencillamente vivía entregado del todo– un día Dios le pone esta circunstancia que es como la corona y el culmen de su vida”, prosiguió.

El 5 de febrero del año 2012 un grupo de siete niños “son tragados por el mar, y él se lanza. ‘Tengo que salvar a mis niños’, esos niños por los cuales había dejado casa, familia, pueblo, amigos y cualquier otro proyecto de vida”, indicó Mons. Fernández.

“Los rescata a todos, uno por uno y muere. Morir dando la vida, eso se parece a Jesucristo. Más aún, es el mayor parecido a Jesucristo después del martirio”, aseguró.

Pedro Manuel Salado dio la vida “no solo como un gesto heroico y puntual, sino como la prolongación de una vida entregada a los niños del Hogar de Nazaret en Córdoba, en Chiclana, en Quinindé o en los lugares donde fuera preciso su servicio”.

“Damos gracias a Dios por esta inspiración que va cuajando en el corazón de María del Prado: el Hogar de Nazaret. Y agradecemos este fruto temprano que tanto bien hará al mismo Hogar de Nazaret y a toda la Iglesia”, señaló el Obispo de Córdoba.

Actualmente el Hogar de Nazaret tiene casas en diversas ciudades de España, Ecuador y Perú.







7:42:00 p.m.

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