Vicario general de Córdoba desde 2011

Francisco Jesús Orozco nació en Villafranca de Córdoba el 23 de abril de 1970. Cursó los estudios eclesiásticos en el seminario diocesano de Córdoba, obteniendo el bachillerato en Teología por la Universidad Pontificia de Comillas de Madrid, centro al que el seminario cordobés estaba adscrito. Fue ordenado sacerdote el 9 de julio de 1995. Es licenciado en Teología Fundamental por la Universidad Lateranense de Roma (1998-2000) y doctor en Teología Dogmática por esta misma Universidad.

Ha desarrollado su ministerio sacerdotal en la diócesis de Córdoba, donde ha desempeñado los siguientes cargos: vicario parroquial de San Francisco Solano en Montilla y profesor de Liturgia en el seminario diocesano (1995-1996); delegado diocesano para la pastoral juvenil (1996-1998); vicerrector del seminario menor (2003-2007); y capellán del monasterio del Sagrado Corazón (2003-2007). Desde este último año ha sido vicario episcopal territorial de La Campiña; párroco de Santo Domingo y de San Mateo Apóstol de Lucena; rector del Santuario de María Santísima de Araceli de Lucena; miembro del consejo presbiteral; secretario y miembro del colegio de consultores; profesor de Teología Fundamental; Fenomenología e Historia de las Religiones, Antropología y Escatología en el seminario mayor San Pelagio y en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas Beata Victoria Díez.

En el año 2011 fue nombrado vicario general de la diócesis de Córdoba y en 2012 párroco de San Miguel y Ntra. Sra. de la Merced de Córdoba.

Diócesis de Guadix

Reconquistadas las ciudades de Guadix y Baza por los Reyes Católicos, en el año 1489, autorizan al cardenal D. Pedro González de Mendoza (1428-1495), hijo del Marqués de Santillana, para que lleve a término la reorganización de la iglesia en ambos obispados históricos, tras el largo período de la dominación musulmana.

El citado cardenal, de acuerdo con las Bulas dadas por el Papa Inocencio VIII el 4 de agosto de 1486, firma en la Alhambra una Bula el 21 de mayo de 1492, “erigiendo en catedral la iglesia de Guadix y en colegial a la iglesia Mayor de Baza”. También quedan restauradas, por la misma Bula, las diócesis de Granada, Málaga y Almería.

Los Reyes Católicos y el cardenal González de Mendoza “erigieron iglesias parroquiales, fundándolas en las mezquitas que tenían los moros”. A estas parroquias se les asignaron las posesiones y rentas que pertenecían a las mezquitas y, a los clérigos y beneficiados se les asignaron “casas y huertas”.